Después de un tiempo demasiado largo sin acceso al blog, escribo un post que tenía muchas ganas de publicar.
El viernes 30 de junio acudimos a la manifestación semanal que se lleva a cabo en el pueblo de Bilin, cerca de Ramallah, en contra de la ocupación israelí.
A la llegada al pueblo los manifestantes, desplazados en ocasiones en grupo, se concentran en la sede de la asociación que promueve esta manifestación desde hace 5 años.
En una de las salas se les da una charla sobre los efectos del cerco israelí y se explica las estrategia de la manifestación
En principio, se trata de una protesta pacífica cuyo objetivo es acercase a la valla de la discordia y expresar así la solidarida con el pueblo palestino. Sin embargo, se hace hincapié en la posibilidad de que algunos de los participantes (principalmente los de las primeras filas) sean detenidos. En ese caso, lo común es que se les retenga 24 horas y luego se les ponga en libertad, si no han agredido (= tocado) a un soldado israelí, con lo que pueden ser expulsados del país e incluidos en una lista negra para que no puedan volver por un tiempo (indefinido).
Por ello, se solicitan voluntarios para la primera fila para ofrecerles unas “técnicas especializadas” para el caso de que intenten detenerlos. Ante la escasez de soldados israelíes y la multitud de extranjeros que participan en este evento, esta técnica consiste en agarrar en masa al manifestante que se intenta detener, para que, ante una mole humana imposible de mover, los soldados desistan.
Esta estrategia se ensaya en el césped de la casa antes del inicio de la manifestación.
Al resto se les tiene al sol, esperando pacientemente.
Tras ello, avanza la comitiva, en este caso de unas 200 personas, que se dirije entre música estridente y cánticos al encuentro del retén israelí. En ella participan también un grupo de disminuidos físicos que se convierten en emblema moral del resto de los participantes.
Al encuentro de los soldados, al principio, sólo se acercan los internacionales puesto que los palestinos corren un gran riesgo si les pillan. Por ello esperan pacientemente debajo de un olivo.
A la llegada ante los soldados se producen las célebres estampas a las que estamos acostumbrados.
Sin embargo, lo que sorprende desde el principio es la actuación de los soldados israelíes: sonrientes algunos, mezcla de jóvenes y curtidos, intercambiando saludos y tabaco con los manifestantes. Alguien podría decir que no va con ellos.
Sorprende aún más puesto que, a pesar de que son sometidos a continuas provocaciones por los manifestantes y, paulatinamente, de los palestinos que se van acercando (banderas ondeando en su cara, continuos empujoncillos, etc.), soportan el envite con estoicismo.
Particularmente, me dio mala espina cuando observé que los gráficos desplazados ya estaban dispuestos en un lugar aparentemente prestablecido, esperando acontecimientos, algo propio de un guión bien conocido.
Y así fue. Seguidamente a un par de botes de humo lanzados a unos palestinos que tiraban algunas piedras lejanas, siguió el primer intento serio de los manifestantes por avanzar. Esto formó una pequeña trifulca en la cual parecía que los soldados trataban de detener a alguien.
Ese momento de desconcierto fue aprovecado por un reducido grupo de palestinos (3 o 4) para comenzar a arrojar piedras a diestro y siniestro sobre la primera fila de solados y manifestantes. La primera de ellas ( de importante tamaño) impactó directamente sobre el casco de uno de los soldados (la ví caer), si bien podía haberle dado a cualquiera dado su tamaño y la distancia a la que se lanzó.
A partir de ahí, lo conocido por todos: lanzamiento de botes de humo, carreras, sofocos (no he tosido y babeado más en mi vida. De eso no hay fotos porque yo también corrí de lo lindo).
Y las carreras entre soldados y palestinos.
El fin de fiesta total se desarrolló a ritmo de hip hop, a cargo de la organización.
Para un resumen bastante sesgado (faltan bastantes cosas) está este video que rápidamente se colgó en internet:
Manifestación en Bi'lin
Mis reflexiones al respecto de lo vivido son las siguientes.
Más que una manifestación por los derechos de los palestinos, el acto en sí se asemeja más a un teatrillo, inofensivo y excitante.
Todo se desarrolla según lo planeado:
1º Acto:
- Llegada de internacionales dispuestos a disfrutar de un buen rato de adrenalina. De hecho, muchos de ellos realizan tours organizados que recorren las principales protestas en suelo palestino en una ruta planificada. En esta llegada aparecen los típicos niños que venden todo tipo de elementos de recuerdo y/o protesta (bolsos, pañuelos, etc).
- Reunión de concentración y puesta a punto de los corazones. Con testimonios directos, estrategias de riesgo y prácticas de campo.
2º Acto:
- Llegada al punto de manifestación entre cánticos que exacerban el ánimo y calientan la cabeza.
- Protesta pácifica de los internacionales frente a los soldados. Estos parecen aguantar el chaparron conocedores de que luego les llega el turno a ellos.
- Progresiva incorporación de palestinos.
- Calentamiento del ambiente.
3º Acto:
- Lluvia de pedradas por parte de pequeños grupos de palestinos “descontrolados”.
- Lluvia de gases lacrimógenos y estampida general.
- Reagrupamiento de los manifestantes y jolgorio ante el trabajo bien hecho. Aparecen los mismos niños de antes pero con otra ropa (y ya no venden nada).
En definitiva, más preguntas que respuestas:
¿para qué sirve exactamente este tipo de actuaciones?
¿es correcto que se lance a los ciudadanos internacionales como escudo humano y luego un grupo de palestinos se aproveche lanzando pedradas a diestro y siniestro?
¿en 5 años de desarrollo de esta manifestación no se ha conseguido frenar a estos radicales que la revientan y son un peligro para todos?
¿acaso todo lo visto no es más que una puesta en escena en la que nadie gana ni pierde?
¿no es triste ir de turismo activista para que lo gaseen a uno?
¿estos manifestantes protestan en la misma medida en sus propios países, los cuales son, en la mayoría de las ocasiones, los cómplices directos de los desmanes de Israel?
Pienso que flaco favor hacen estas actuaciones al futuro de Palestina. Y la mayoría de los palestinos con los que he tenido oportunidad de comentarlo opina también así.
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